Ratatouille: Valoración crítica de la pelicula

¡Cualquiera puede cocinar!


¡CUALQUIERA PUEDE COCINAR!

Valoración crítica de la pelicula

  • Valoración crítica
La maravillosa historia de Ratatouille, una rata de alcantarilla transportada ala ciudad del amor, Paris, es una combinación perfecta entre el cine y la cocina. Complace mucho saber que esta comedia familiar es una creación ciertamente graciosa, entretenida y creativa. Tiene una gran fuerza expresiva y pos supuesto es una obra bastante original. La idea de que un animal que rebusca entre la basura resulte tener madera para ser un Bocusse es paradójicamente brillante. La película cumple con el entorno físico adecuado para la historia distinguiendo así dos espacios como son la ciudad de parís donde se encuentra la casa de Linguini y el restaurante donde se producen la mayoría de las acciones; y el entorno de las ratas compuesto por alcantarillas, basureros y calles de la ciudad.
Ratatouille se centra en aventuras animadas que suceden transmitiendo un mensaje final escrito por el fallecido chef Gusteau: “cualquiera puede cocinar”.




 
Rémy, el protagonista, es una rata completamente diferente al resto que tiene un olfato especial, oliendo los alimentos ya sabe que ingredientes llevan, hasta tal punto que consigue salvar de la muerte a uno de sus hermanos, pues le prohíbe que coma lo que recogió en la basura porque contenía veneno.
A Rémy no le gusta vivir de la forma que lo hacen el resto, esta harto de comer siempre comida en mal estado , de comer con las manos sucias y de todas esas guarradas que hacen los demás.

Su gran aspiración es llegar a ser un buen cocinero, a que el resto pueda apreciar en un buen plato la dulce combinación de los sabores, a que puedan disfrutar de la comida tanto como él.



Pero el gran problema de todo esto es: ¿como una rata va a conseguir ser cocinera?
Pues bien, gracias a su empeño y valentía, aparte de buen corazón, ratatouille consigue su sueño.
Cuando Rémy se encuentra con Linguini, supone en la película una completa atención por parte de los espectadores ya que no se sabe cómo va a actuar ninguno de los dos personajes.
Los gestos y maneras de manejarse en la cocina, en esa doble visión de Remy subido a la cabeza de Linguini, son magistrales.
En cuanto a las imágenes que ofrece Ratatouille, sobra decir que son asombrosas. El logro de Pixar llega más allá de simplemente crear objetos y lugares indistinguibles de la realidad.
La animación de los personajes es perfecta. Se conserva el comportamiento real de dichos animales. Con esto quiero decir que visten a un personaje genérico con un disfraz de animal como sucede con Ratatouille, y además no solo se comporta como una rata real sino que logra congraciarse con la audiencia y mostrar un lado más familiar y amable. Parece que el directo eligió específicamente a un animal para muchos desagradable para demostrar que cuando la historia y los personajes son tan buenos, no importan los prejuicios del espectador.
Quizá la desventaja que tiene la película es el suspense y la decepción que se crea cuando Remý comete el error de abrirle las puertas del restaurante a sus hermanos para devorar toda la comida y como consecuencia Linguini lo despide y se queda solo en los peores momentos, pero enseguida Rémy rectifica y pide perdón a su compañero para juntos trabajar en la creación de nuevos platos a valorar por el temido crítico gastronómico Ego, lo que supone algo totalmente emocionante.
Dicho todo esto, resalto que esta película es una comedia divertida y entretenida perfectamente apropiada para toda la familia donde abunda el humor y los momentos de acción y aventuras para lograr un objetivo, porque Ratatouille muestra valentía y perseverancia al seguir el consejo del chef Gusteau de “Cualquiera puede cocinar” para cumplir su sueño.
   Elaboración propia.